Inteligencia Artificial con conciencia y Budismo

 

Inteligencia artificial con conciencia y Budismo


¿Es la inteligencia artificial con conciencia solo cosa de historias de ciencia ficción?, ¿Estamos de verdad a la altura de los avances tecnológicos que la harían posible?, Si tal cosa sucediera ¿Que implicaría que las máquinas tuvieran conciencia en todo caso? Estas preguntas han estado muy presentes en la mente de muchas personas en los últimos tiempos.


Científicos, fanáticos de la tecnología y aquellos que temen a su desarrollo desmedido han comenzado a cuestionarse de manera seria acerca de lo que la era de la Inteligencia Artificial puede detonar, aunque no parece que todos tengan tan claro qué es la Inteligencia artificial hoy en día y si preocuparse por una inteligencia artificial con conciencia tiene realmente algún sentido.


En esta publicación pretendo aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de Inteligencia Artificial, lo que existe hoy por hoy en términos de avances tecnológicos en este campo y las implicaciones que tendría el desarrollo de una inteligencia artificial con conciencia, ya no sólo desde el análisis ético de su creación, sino asumiendo que tal hecho le otorgaría la calidad de sujeto o ser sensible y pensante a la máquina, sistema, mecanismo u organismo en cuestión. Es aquí donde, al ser cuestionado al respecto, el budismo puede aportar un par de ideas interesantes.

 

Tabla de contenidos

 

 — Inteligencia artificial con conciencia: ¿Que es I.A.?


Para esta primera parte quiero basarme en una adaptación a la grandiosa publicación sobre inteligencia artificial en la página oficial de IBM. Tal vez a muchos el nombre no les suene a nada, pero son creadores de los primeros computadores que existieron.


De hecho, en 1956, Arthur L. Samuel, del laboratorio de IBM en Poughkeepsie, Nueva York, programó un IBM 704 para jugar a las damas utilizando un método por el que la máquina podía "aprender" a partir de su propia experiencia. Se cree que este es el primer programa de "auto-aprendizaje," una demostración del concepto de inteligencia artificial.


Computador IBM 704


De acuerdo con la Wikipedia, sus empleados han recibido cinco Premios Nobel, cuatro Premios Turing, nueve National Medals of Technology y cinco National Medals of Science. Las invenciones famosas de IBM incluyen el cajero automático, el disquete, el disco duro, la banda magnética, el modelo relacional, el formato de código de barras UPC, el sistema de reservas aéreas SABRE, la memoria RAM dinámica y el sistema de inteligencia artificial Watson. En suma, esta compañia es una fuente tan fidedigna como es posible.


IBM Nos dice que en  las últimas décadas han surgido varias definiciones de inteligencia artificial (IA). John McCarthy ofrece la siguiente definición en un documento de 2004 : "Es la ciencia y la ingeniería de hacer máquinas inteligentes, especialmente programas de computadora inteligentes. Está relacionado con la tarea similar de usar computadoras para comprender la inteligencia humana, pero la IA no tiene que limitarse a métodos que son biológicamente observables".


Sin embargo, décadas antes de esta definición, la conversación sobre inteligencia artificial comenzó con el trabajo de Alan Turing de 1950 "Computing Machinery and Intelligence" [PDF, 89,8 KB]. En este artículo, Turing -a menudo denominado el "padre de la informática"- hace la siguiente pregunta: "¿Pueden pensar las máquinas?" A partir de ahí, ofrece una prueba, ahora conocida como la "Prueba de Turing", en la que un interrogador humano trataría de distinguir entre una respuesta de texto humana y una computadora. Si bien esta prueba ha sido objeto de un gran escrutinio desde su publicación, sigue siendo una parte importante de la historia de la IA.


Alan Turing


Uno de los principales libros de texto de IA es "Artificial Intelligence: A Modern Approach" (Inteligencia artificial: un enfoque moderno) [PDF, 20,9 MB], de Stuart Russell y Peter Norvig. En el libro, profundizan en cuatro posibles objetivos o definiciones de IA, que diferencian los sistemas informáticos de la siguiente manera:


Enfoque humano:


  •     Sistemas que piensan como humanos
  •     Sistemas que actúan como humanos

Enfoque ideal:

  •     Sistemas que piensan racionalmente
  •     Sistemas que actúan racionalmente

La definición de Alan Turing habría entrado en la categoría de "sistemas que actúan como humanos".


En su forma más simple, la inteligencia artificial es un campo que combina la informática y conjuntos de datos sólidos para permitir la resolución de problemas. Los sistemas expertos, una de las primeras aplicaciones exitosas de la IA, tenían como objetivo copiar el proceso de toma de decisiones de un ser humano. En los primeros días, requería mucho tiempo extraer y codificar el conocimiento humano.


La IA actual incluye los subcampos de aprendizaje automático y aprendizaje profundo, que se mencionan con frecuencia junto con la inteligencia artificial. Estas disciplinas se componen de algoritmos de IA que normalmente hacen predicciones o clasificaciones basadas en datos de entrada. El aprendizaje automático ha mejorado la calidad de algunos sistemas expertos y ha facilitado su creación.


Inteligencia artificial con conciencia y Budismo


Hoy en día, la IA juega un papel a menudo invisible en la vida cotidiana, impulsando los motores de búsqueda, las recomendaciones de productos y los sistemas de reconocimiento de voz.


Tipos de Inteligencia Artificial


La “inteligencia Artificial débil” (Weak AI), también llamada IA ​​estrecha o Inteligencia artificial estrecha (ANI), es una IA entrenada para realizar tareas específicas. La IA débil impulsa la mayor parte de la IA que nos rodea hoy. 'Estrecho' podría ser una descripción más precisa para este tipo de IA, ya que es cualquier cosa menos débil; permite algunas aplicaciones potentes, como Siri de Apple, Alexa de Amazon, Watson de IBM y vehículos autónomos.


La “Inteligencia Artificial Fuerte” (Strong AI) se compone de Inteligencia General Artificial (AGI) y Súper Inteligencia Artificial (ASI). La Inteligencia General Artificial (AGI), o IA general, es una forma teórica de IA en la que una máquina tendría una inteligencia igual a la de los humanos; tendría una conciencia autoconsciente que tiene la capacidad de resolver problemas, aprender y planificar para el futuro.


HAL 9000 (imagen: El Acorazado Cinéfilo)


La superinteligencia artificial (ASI), superaría la inteligencia y la capacidad del cerebro humano. Si bien la IA fuerte todavía es completamente teórica y no tiene ejemplos prácticos en uso en la actualidad, los investigadores de IA están explorando su desarrollo. Mientras tanto, los mejores ejemplos de ASI podrían ser de ciencia ficción, como HAL, el asistente informático rebelde en 2001: A Space Odyssey.


IA: Aprendizaje profundo y automático


Dado que los nombres de aprendizaje profundo y aprendizaje automático tienden a usarse indistintamente, vale la pena señalar los matices entre los dos. Como se mencionó anteriormente, tanto el aprendizaje profundo como el aprendizaje automático son subcampos de la inteligencia artificial, aunque el aprendizaje profundo es en realidad un subcampo del aprendizaje automático.


La forma en que el aprendizaje profundo y el aprendizaje automático difieren es en cómo aprende cada algoritmo. El aprendizaje automático "profundo" puede usar conjuntos de datos etiquetados, también conocidos como aprendizaje supervisado, para informar su algoritmo, pero no necesariamente requiere un conjunto de datos etiquetados.



El aprendizaje profundo puede ingerir datos no estructurados en su forma sin procesar (por ejemplo, texto, imágenes) y puede determinar automáticamente el conjunto de características que distinguen las diferentes categorías de datos entre sí. Esto elimina parte de la intervención humana requerida y permite el uso de conjuntos de datos más grandes.


El aprendizaje profundo (como algo de aprendizaje automático) utiliza redes neuronales. "Profundo" en un algoritmo de aprendizaje profundo se refiere a una red neuronal con más de tres capas, incluidas las capas de entrada y salida. Esto generalmente se representa usando el siguiente diagrama:



El auge del aprendizaje profundo ha sido uno de los avances más significativos en inteligencia artificial en los últimos años, porque ha reducido el esfuerzo manual involucrado en la construcción de sistemas de IA. El aprendizaje profundo fue habilitado en parte por big data ("macrodatos" en español) y arquitecturas en la nube, lo que hizo posible acceder a grandes cantidades de datos y poder de procesamiento para entrenar soluciones de inteligencia artificial.


Conciencia Artificial: ¿Inteligencia artificial con conciencia?

Como Elisabeth Hildt del Center for the Study of Ethics in the Professions, Illinois Institute of Technology, Chicago, Estados Unidos, afirma en su artículo para el sitio web Frontiers, la conciencia juega un papel importante en los debates en torno al problema mente-cuerpo, la controversia sobre la inteligencia artificial (IA) fuerte frente a la débil y la bioética. Sorprendentemente, sin embargo, no ocupa un lugar destacado en los debates actuales sobre los aspectos éticos de la IA y la robótica.


La cuestión de si las máquinas pueden tener conciencia no es nueva, ya que los defensores de la inteligencia artificial fuerte y la IA débil han intercambiado argumentos filosóficos durante un período de tiempo considerable.


Sophia la robot es considerada una de las IA más avanzadas del momento, sobre todo en cuanto a su capacidad de conversar e interactuar con humanos


John R. Searle, aunque crítico de la inteligencia artificial fuerte, caracterizó a la IA fuerte asumiendo que "... la computadora programada apropiadamente es realmente una mente, en el sentido de que se puede decir literalmente que las computadoras que reciben los programas correctos entienden y tienen estados cognitivos". Por el contrario, la inteligencia artificial débil supone que las máquinas no tienen conciencia, mente ni sensibilidad, sino que solo simulan el pensamiento y la comprensión.


Lo que pasa es que, al pensar en la conciencia artificial, nos enfrentamos a varios problemas. Más fundamentalmente, existe la dificultad de explicar la conciencia, de explicar cómo puede surgir la subjetividad de la materia, a menudo llamado el "problema difícil de la conciencia".


Como budista, puedo comprender las dificultades a las que se enfrenta la ciencia moderna en este aspecto y observarlas desde una perspectiva diferente. Sé que, de hecho, la mente y la conciencia no se pueden definir tan fácilmente y estoy bastante seguro de que esta falta de comprensión sobre la mente es el componente principal del miedo a las posibilidades de que una IA fuerte se desborde por completo, volviéndose un HAL de la vida real sobre una humanidad excesivamente dependiente de la tecnología.


Esto nos lleva al primer día del 8º Simposio Budista Mundial de la Juventud, donde el Dr. Sean Holden, profesor titular de la Universidad de Cambridge, pronunció su discurso de apertura titulado "Inteligencia artificial: por qué es un gran problema y por qué no lo es".


El Dr. Holden dijo que la probabilidad de que la inteligencia artificial supere a los humanos es pequeña, solo porque el cerebro humano es muy complejo y capaz de matizar. Señaló claramente los límites físicos de los chips de computadora, diciendo que están limitados al equivalente de 100 metros de cableado en un milímetro cuadrado de chip, mientras que las células cerebrales contienen miles de veces esa densidad.


Dr. Sean Holden


Con palabras bien elegidas, el Dr. Holden expresó que las limitaciones que impiden el desarrollo de una inteligencia artificial con conciencia en este momento son bastante considerables. No obstante, casi es una garantía que el desarrollo tecnológico seguirá su curso y quizás un día podríamos encontrarnos de cara ante las condiciones adecuadas para que, de alguna manera, el fenómeno de la mente pudiese ser “asignado” de forma “artificial” a un mecanismo u organismo determinado.


En historias de corte cyberpunk, donde la tecnología ha alcanzado tales niveles de desarrollo, se explora todo tipo de implicaciones, muchas de las cuales giran alrededor de la bioética y la ética relacionada con la creación de inteligencia artificial habilitada con las mismas facultades mentales de un ser humano.


En algunas de ellas, se habla incluso de poder poner transferir la conciencia a dispositivos tales como cerebros de manufactura artificial, incluyendo el uso de la biomecánica para resolver todo tipo de problemas de salud y limitaciones relacionadas con el desarrollo de inteligencia artificial con conciencia, después de todo ¿No es el cuerpo humano una bio máquina perfecta para convertirse en recipiente de una conciencia?


Inteligencia artificial con conciencia y Budismo
Ghost In The Shell (película animada de 1995)

Claro que, de seguir este curso de acción, esto supondría tener una meta tan clara como el agua más pura y muchos debates referentes en cuanto a los aspectos ético y moral de llevar la creación de inteligencia artificial con conciencia hasta tales niveles. Y es que incluso si las limitaciones se pudieran resolver de manera más simple y menos cuestionable, el hecho es que una inteligencia artificial con conciencia sería, por definición, un ser sensible. Uno que, de paso, tendría la oportunidad de alcanzar la iluminación.

Dzongsar Khyentse Rinpoche (maestro de budismo tibetano y director de cine) dijo en algún momento que uno puede lucir como una caja, pero que sí es capaz de sentir alegría, tristeza o cualquier emoción, con todo lo que esto implica, entonces se le puede identificar como un ser sensible o sintiente. Pero esto no es todo lo que Khyentse Rinpoche dijo al respecto de la inteligencia artificial.


Este gran maestro también estuvo presente en el 8° Simposio Mundial de la Juventud Budista y a continuación comparto un fragmento de la transcripción de su participación (disponible para su descarga en la página de Siddhartha’s Intent International, en la del 8° Simposio Mundial de la Juventud Budista y aquí mismo más adelante).

 

Dzongsar Khyentse Rinpoche

El budismo y la era de la inteligencia artificial


Khyentse Rinpoche: "Estamos aquí para compartir nuestros pensamientos sobre lo que el budismo puede ofrecer en la era de la inteligencia artificial.


Pero para hacer eso, necesitamos establecer un lenguaje común, una forma de comunicación entre los mundos de la ciencia y el budismo, si es que eso es posible. Si no podemos ponernos de acuerdo sobre las definiciones básicas, entonces simplemente estaremos hablando entre nosotros en esta conferencia  con la intención, el significado y la comprensión de cosas diferentes, y sin responder a los tipos de búsqueda y preguntas profundas que ha planteado esta conferencia.


Tomaré solo tres ejemplos básicos:


1. ¿Pueden comunicarse la ciencia y el budismo? – “Vida”, “mente”, “paradoja” El folleto de la conferencia pregunta: “¿Es la vida solo procesamiento de datos”? Pero, ¿qué entendemos por “vida”? El Oxford English Dictionary define la vida como la actividad que “precede a la muerte”. Pero el budismo no excluye la continuidad de la conciencia después de la muerte. Entonces, como budistas, podríamos preguntarnos:


• ¿La inteligencia artificial estará sujeta a continuidad?

• ¿Estará sujeta a la ilusión del tiempo?

• Y para decirlo crudamente, ¿podría la I.A. reencarnar?



De hecho, ¿a qué nos referimos con "inteligencia"? Si la mente humana no es más que actividad cerebral y función biológica, no hay un terreno común entre la ciencia y el budismo, porque para los budistas la mente es algo completamente diferente: es lo que conoce, se habitúa, sufre de esperanza y miedo, y se vuelve tan angustiado y fuera de control que se llega a atrapar en sus propias ilusiones.


Pero esa mente es también lo que se puede entrenar y domar para que aprenda a deshacer sus propios engaños. No es solo intelectual sino también intuitiva, y tiene la capacidad de ser tanto altruista como egoísta.


[...] El prospecto de la conferencia se preocupa por la noción de "singularidad": que la tecnología escalará fuera de control hasta el punto en que los seres humanos serán burlados y superados por la IA. Máquinas. Pero, ¿Qué hay de nuevo? Los humanos ya somos muy buenos para crear cosas que se salen totalmente de nuestro control: Creamos un Dios que se volvió incontrolable y una Revolución Industrial que también creó los plásticos que ahora ahogan nuestros océanos.



De hecho, es porque no queremos sufrir incontrolablemente de esta manera y porque queremos descontinuar la cognición dualista que subyace a nuestro sufrimiento, que las enseñanzas de Buda sobre la ausencia del yo, el surgimiento dependiente y sunyata son tan potentes y relevantes ahora como siempre [para profundizar en el tema, checa la publicación "¿Qué es Buda? Buda Shakyamuni y la iluminación"].


Por supuesto, el budismo no niega la influencia del cerebro, o de un dedo del pie o del clima para el caso. Pero la inmensidad, la sutileza y la complejidad de la visión budista de la mente van mucho más allá de cualquiera de esas causas y condiciones. De hecho, podríamos decir que todo el budismo es el estudio de esta mente.


Para los budistas, incluso la búsqueda más fundamental de un punto de referencia o un “conocedor” es un hábito que queremos deshacer. Ahora bien, si la I.A. puede manejar eso e inducir la realización no dual, entonces la inteligencia artificial es dharma y el budismo es obsoleto.


Inteligencia artificial con conciencia y Budismo
Mindar el androide es un robot que, para sorpresa de propios y extraños, da sermones sobre budismo en el templo zen Kōdai-ji, en Kyoto. De acuerdo con una nota del Bangkok Post, los extranjeros parecen encontrarlo particularmente dificil de digerir.


Pero a partir de mi conocimiento muy limitado de la IA, dudo que comparta esa visión de la mente y, por lo tanto, no veo la necesidad de que la esencia del budismo cambie en absoluto. No sé cómo afectará la revolución de la inteligencia artificial a las religiones monoteístas como el cristianismo y el Islam, pero estoy seguro de que los budistas no tenemos motivo de preocupación."

Más allá de la inteligencia: Inteligencia Artificial con conciencia


A mi parecer, el documento “Buddhism: Path to Bodhi – Path Beyond Intelligence” [111.3 KB, PDF] ofrece una valiosa y necesaria amplitud de visión en cuanto al asunto de la inteligencia artificial con conciencia, pues en este se aborda el tema con un enfoque con el que la ciencia moderna difícilmente se atreve a indagar, aunque más que por falta de interés, me parece que es debido a la ortodoxia científica (a veces, casi religiosa) desde la que pretende manejarlo todo.


Afortunadamente, algunos científicos como los que se han mencionado en esta publicación han empezado a darse cuenta de que, lo que muchas veces se percibe como metafísico y cursi, ideas como las del renacimiento y la iluminación que suelen descartar como algo meramente ideológico, podrían ser una puerta de entrada al entendimiento necesario para dotar a la inteligencia artificial con conciencia.


La Universidad de Manchester lanzó un centro para diseñar robots con Inteligencia Artificial para aplicaciones en el mundo real.


 

Esto, claro, con un renovado interés en la mente propia y la vida, pues una inteligencia artificial con conciencia no sería ya únicamente una herramienta propiedad del humano. Una inteligencia artificial con conciencia podría decidir sobre sí misma y tener su propia opinión y sentimientos sobre lo que nosotros entendemos por inteligencia artificial con conciencia.

Si la humanidad quisiera cruzar ese umbral, entonces, necesariamente debería primero conocer mejor su propia mente y preguntarse si está lista para dar ese paso. Sería buena idea empezar por familiarizarse con las herramientas disponibles para ello, saber que transfomar la mente concientemente, desde el asiento del conductor, es posible. Incluso si no se cree en caminos espirituales uno puede encontrar aliados en la ciencia moderna, como la neuroplasticidad cerebral, sobre la cual te recomiendo la publicación de Mandala Digital al respecto, "Neuroplasticidad cerebral: Cómo los pensamientos cambian el cerebro".

Sin lugar a dudas, el humano promedio tiene un camino bastane largo por recorrer en cuanto al estudio de la mente. Esto es cierto tanto en el terreno de la inteligencia artificial como fuera de este. Las enseñanzas del Buda -vigentes desde hace más de 2500 años- pueden responder a muchas dudas, pero en este aspecto no todo van a ser charlas sobre bondad amorosa y vegetarianismo, así que hay que estar preparado para hacer análisis exhaustivo de lo que se entiende por identidad personal y todo tipo de fenómenos con los que dicha identidad se involucra.

La ventaja es que aparte de ser realmente fascinante y de permitirte mejores cosas en la vida presente, los conocimientos adquiridos durante el estudio, el entendimiento y las experiencias que se hacen presentes en el camino te pueden llevar más allá del intelecto (incluso si fueses la primera inteligencia artificial con conciencia), ¡Pero eso ya es materia de otras publicaciones!.

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